
Cuentos infantiles cortos fantasía | Los pequeños restauradores
Cuentos infantiles cortos fantasía escritos e ilustrados: Los pequeños restauradores
Una pequeña adolescente estaba guardando sus cosas porque se mudaba a otra casa, como tenía poco tiempo fue deprisa y no revisó si algo se quedaba atrás.
Hubo un olvidado, un cuadro.
Pasaron los años y seguía solo en la casa pues no había nuevos propietarios y no vinieron a buscarlo.

Pasaron aún más años y el paso del tiempo y el aire comenzó a dañar el cuadro, tanto, que aquella bonita imagen apenas se veía.
Cuando la última pizca de color iba a desaparecer… el suelo empezó a temblar y se levantó una nube alrededor del objeto, de la cual salieron unos seres pequeñitos y pomposos.
Cogieron el cuadro y desaparecieron en la nube.
Al atravesar el portal de la nube llegaron al mundo de las cosas olvidadas, todo lo antiguo se encontraba allí, y los seres pomposos, eran los Restauradores. Cada uno ellos especializado en alguna cosa.

El pequeño grupo, que eran los mensajeros, se dirigió a la zona de limpieza, ya que tenían poco tiempo para salvar al cuadro.
Lo dejaron en manos de los limpiadores que nada más ver el estado de la imagen se pusieron manos a la obra.
Los pequeñajos se tiraban en los cubos con el líquido de limpieza y luego se lanzaban para ir rodando por la superficie, yendo de un lado para otro.
Cuando el cuadro estuvo limpio y brillante lo llevaron a la zona de arreglos, donde los reparadores cubrieron las grietas del marco y alisaron el lienzo.
Y por último y no menos importante, pasó a los artistas que con lo que quedaba de color y lo último en tecnología de imagen consiguieron ver como era el dibujo.
Para cuando llegó a la zona de entrega el cuadro estaba como el primer día, quizás incluso más brillante.
De nuevo, los mensajeros lo cogieron y pasaron el portal de la nube pero esta vez lo dejaron en el escaparate de una tienda de cuadros y se marcharon.

Un día, una abuelita paseaba por esa calle con su nieta.
– “Mira abuela, mira! es como el cuadro que pintaste de pequeña!!”
La señora lo miró con sorpresa, y con lágrimas de alegría entró en la tienda para comprarlo.
Y así es como el cuadro, después de muchos años, volvió con su creadora.
Fin